
Sumérgete en este viaje, que conecta la gran historia y el impresionante paisaje que nos ofrece la provincia de Zamora. Adentrándose en el corazón de la Ribera del Duero para explorar la tradición vitivinícola del Castillo de Peñafiel y la serenidad cisterciense del Monasterio de Valbuena. Descubre el misterio histórico de Wamba, con su iglesia mozárabe y déjate maravillar por el entorno natural que nos ofrece la comarca de Sanabria, donde la arquitectura medieval se fusiona con la naturaleza y el lago nos deja un emotivo recuerdo en la localidad de Ribadelago y San Martín de Castañeda. Por último, disfruta de la excelencia artística que nos dejan siempre las exposiciones de las Edades del Hombre, como puerta a la riqueza cultural que nos ofrece la provincia de Zamora. En este itinerario, se combina la experiencia cultural, la espiritualidad, la excelente gastronomía y los parajes inolvidables de la sierra zamorana.
Salida desde Madrid. Comenzamos nuestra andadura, en pleno Valle del Duero, en la localidad de PEÑAFIEL donde el Duratón corta por la mitad al núcleo urbano para después unirse al Duero. Su origen se cree que estaría allá por el año 939, cuando las tropas cristianas comandadas por Ramiro II de León, se enfrentaron a las fuerzas sarracenas del califa Abderramán III en la batalla de Simancas. Tras la victoria cristiana, las tropas atraviesan por primera vez el río gracias a la existencia de un puente. Es en ese lugar, para defender ese puente, donde más tarde se construirá su famoso Castillo y don-de se asentaría la primitiva población de PEÑAFIEL, fundación que se atribuye a Ruy Lainez en el año 947. Visitaremos el Castillo, declarado Monumento Nacional y considerado uno de los castillos más bellos de España. Construido desde el siglo X hasta que sufre las últimas remodelaciones en el s. XV, tiene 210 metros de largo por tan sólo 20 de ancho, por lo que muchos lo han descrito como un auténtico barco anclado en tierra. Dentro, encontramos el Museo Provincial del Vino, que nos da a conocer la riqueza enológica de la provincia de Valladolid que aglutina el mayor número de denominaciones de origen de España, cinco: D.O Ribera del Duero, Cigales, Toro, Tierra de León y Rueda, la más antigua de Castilla y León. El singular espacio museístico, promueve el conocimiento, a través del mundo del vino en sus aspectos culturales y geográficos. Por supuesto, probaremos sus afamados cal-dos. Una vez abandonado el castillo, la misma calle de descenso nos acerca a uno de los rincones más entrañables de la villa, la Plaza del Coso, lugar en el que desde la Edad Media, se vienen celebrando los distintos festejos taurinos. Es un espacio cuadrangular de unos 3.500 metros cuadrados en el que las viviendas siguen conservando su aspecto medieval, con balcones arabescos de madera. A escasos metros, se ubica la Iglesia y Convento de San Pablo. Antiguamente fue un alcázar, donde más tarde, se construye una capilla funeraria para la familia de los Manuel en estilo plateresco. Actualmente se encuentra el Museo Capilla de los Manuel, que ofrece un espectáculo multimedia que narra la historia de la capilla, una de las joyas artísticas de la Ribera del Duero. Muy cerca se encuentra la Iglesia de Santa María, S. XIV y XV, que actualmente alberga el Museo de Arte Sacro en el que se recogen obras de escultura, pintura y orfebrería de las iglesias de la comarca. Veremos la Torre del Reloj, perteneciente a la desaparecida iglesia de San Esteban, y cuyo reloj conserva la maquinaria original del siglo XIX. ALMUERZO. Tras la comida, visitaremos el MONASTERIO DE VALBUENA, de estilo cisterciense. Han pasado casi 900 años de historia desde que Estefanía de Armengol, fundara en 1143 este re-cinto y servir, de este modo, a la repoblación de los señoríos de Curiel, Peñafiel y Cuéllar. El conjunto es una joya de la arquitectura del siglo XII. De aspecto sólido y robusto conforme marcaban los cánones de la época, el interior alberga las características de la estructura benedictina bajo la que se construyó: iglesia, claustro, sala capitular, refectorio, dormitorios. Imprescindible la Iglesia Monacal (con pinturas murales del siglo XIII, coro plateresco del XVI y relieves del genio Gregorio Fernández), la capilla de San Pedro, la Sala de Trabajo, el Refectorio, el Claustro, el Patio del Compás o las Caballerizas. Una vez finalizada la visita, nos dirigimos a nuestra última visita, LA IGLESIA DE SANTA MARIA DE WAMBA. Declarada Monumento Histórico-Artístico, es una de las iglesias más interesantes de la provincia de Valladolid. Pertenece a esos escasos ejemplos de templos prerrománicos del siglo X, denominados mozárabes o de Repoblación. Que este lugar fuera elegido por algunos de estos repobladores para establecer un monasterio pudo ser motivado por ser un lugar especial en la historia de Hispania. Según la tradición, Wamba pudo ser la antigua villa real de Gérticos, donde nació y también murió el rey visigodo Recesvinto. La parte prerrománica está constituida por una cabecera de tres ábsides rectangulares. Mientras que en época románica, se realizarían sus tres naves. Toda una joya por descubrir, muy parecida a Santa María de Lebeña en Cantabria. Dentro, encontramos la Capilla donde fue sepultada la reina Urraca de Portugal, esposa del rey Fernando II de León y madre del rey Alfonso IX de León. Muy conocido es su osario, con más de 3000 calaveras de monjes y huesos, depositados a lo largo de los siglos XIII al XVIII. Finalizada la visita, nos dirigimos hacia ZAMORA. Alojamiento.
Desayuno. Hoy nos dirigimos hacia el PARQUE NATURAL DEL LAGO DE SANABRIA, que alberga el mayor lago de origen glaciar de España. Es un espejo de agua de casi 350 hectáreas formado cuando los hielos se retiraron hace 12.000 años, patrimonio natural que durante siglos fue propiedad de los monjes cistercienses del cercano monasterio de San Martín de Castañeda. Un espacio natural protegido, del que conoceremos un triste suceso a sus espaldas. Visitaremos el pueblo de RIBADE-LAGO, asentado en la parte superior de la ribera del lago, conocido por la desgracia acaecida el 9 de enero de 1959, cuando fue arrasado por el agua procedente de la presa de Vega de Tera, provocando uno de los mayores siniestros debidos a la rotura de una presa. El pueblo quedó completamente destruido a excepción de unas pocas casas y si uno pasea por el pueblo viejo, las cruces recuerdan la ausencia de las personas desaparecidas. Se reconstruiría más tarde, en época de Franco, en un nuevo emplazamiento más seguro: Ribadelago Nuevo. Hoy en día, uno puede subir hasta la presa rota y comprobar la pésima calidad de la mampostería con la que se realizaron los muros de contención, además del intenso hueco que se abrió y visitar las ruinas del antiguo pueblo, donde aún se pueden ver parte de los muros de la iglesia o alguna casa semi derruida. Hoy en día, el pueblo logró salir adelante y para rememorar a las víctimas de la catástrofe, en Ribadelago Viejo, hay una escultura de una mujer sosteniendo a un bebé y debajo de ella se encuentran todos los nombres de las víctimas que perdieron la vida aquel desdichado día. Concluida la visita, visitaremos el MONASTERIO DE SAN MARTIN DE CASTAÑEDA. Declarado Conjunto Histórico-Artístico, es uno de los complejos románicos más importantes de la península. Fundado en una montaña, su época de esplendor en los siglos XII y XIII, le llevó a dominar todo el Valle de Sanabria. Del edificio original se conserva la iglesia, mientras que las antiguas dependencias monásticas albergan el Centro de Interpretación del Románico. Su emplazamiento junto al lago influyó en los monjes cistercienses para construirlo aquí, ofreciendo vistas impresionantes del entorno. Tras la visita, nos dirigimos al encantador pueblo de PUEBLA DE SANABRIA. Almuerzo. Considerado uno de los pueblos más bonitos de España, Pue-bla es una joya llena de historia en un enclave natural mágico a orillas de los ríos Tera y Castro. Pasear y perderse por sus pintorescas y empedradas calles es retroceder a la Edad Media gracias al excelente estado de conservación de sus murallas, castillos, iglesias y casas blasonadas. Su barrio antiguo, nos muestra la arquitectura tradicional con fachadas de piedra, balcones de madera con sus geranios, teja-dos de pizarra, galerías acristaladas y grandes portales de madera. Visitaremos su Castillo, construido bajo un innovador diseño de planta cuadrada y cubos circulares en los ángulos, una rareza de la ingeniería bélica de la Baja Edad Media. Haciendo de el plaza fuerte durante la Guerra de Restauración portuguesa del siglo XVII o en la Guerra de Sucesión, donde las tropas lusitanas ocuparon el bastión y el pueblo durante cinco años. Cárcel durante el franquismo, se convertirá con el tiempo en el Centro de Fortificaciones -que sumerge al visitante en la vida cotidiana de los castillos en la provincia de Za-mora- y la exposición permanente Mujeres hacedoras de reyes, que descubre cómo era la indumentaria durante el Renacimiento. Otra huella histórica es la iglesia de Santa María del Azogue, que data del siglo XII, como dan fe varias estructuras románicas, aunque las sucesivas reformas han impreso una diversidad de estilos. En el conjunto destaca su torre, algo desproporcionada con el resto de la edificación, que se ha convertido en el símbolo frente a la Plaza Mayor, donde también se encuentra la casa consistorial, típico ejemplo de arquitectura popular de la comarca con sus dos plantas y su porche con tres arcos de medio punto; estructura coronada por dos torrecillas gemelas cubiertas de pizarras. Todo ello, acompañado de una excelente gastronomía tradicional con platos como los habones, pulpo o ternera a la sanabresa, con platos muy abundantes. Cuando terminemos la visita, intentaremos visitar una de las joyas desconocidas de esta provincia, la considerada "Sixtina Sanabresa”. Se trata de la Iglesia de Santo Tomás Apóstol, en la cercana localidad de Otero de Sanabria. Cuenta con diferentes estilos arquitectónicos: románico, mudéjar, barroco y un espectacular retablo renacentista de 63 metros cuadrados. Nada más entrar al templo llama la atención la multitud de pinturas que cubren prácticamente toda la iglesia en sus cubiertas y columnas, lo que la ha dado su sobrenombre. Terminada su visita (si se puede), regreso a ZAMORA. Alojamiento.
Desayuno. Hoy visitaremos otra joyita de la provincia, ubicada en el pequeño pueblo de La Hiniesta, la IGLESIA DE SANTA MARIA DE LA HINIESTA, magnífica obra del gótico, declarada Monumento Histórico-Artístico. Con origen legendario, cuenta la tradición que encontrándose el rey Sancho IV en Zamora convaleciente de unas fiebres y queriendo salir de su aburrimiento, organizo una jornada de caza. En el transcurso de esta, uno de sus halcones abatió una perdiz y al ir a recogerla la encontró refugiada entre unos matorrales de retama o hiniesta y protegida por una pequeña imagen de la Virgen. El rey, mando trasladar la imagen de la Virgen de inmediato a la iglesia de San Antolín, en la ciudad de Zamora y ordenó erigir en su honor una iglesia bajo la advocación de Santa María la Real en el lugar donde fue hallada la imagen. Aunque la tradición atribuye a Sancho IV la edificación del templo, lo cierto es que algunas partes del edificio se corresponden claramente con un románico tardío de principios del siglo XIII, si bien la referencia documental más antigua es de finales de ese mismo siglo. Se fue remodelando a lo largo de los siglos y se añadió la actual espadaña, la sacristía y el camarín de la Virgen en el siglo XVIII. Pero sin duda, la parte más significativa es su portada meridional por su calidad técnica y su riqueza iconográfica y por constituir uno de los pocos ejemplos de escultura plenamente gótica de toda la provincia, con claras influencias de talleres franceses. Destacan en su interior, aunque ocultas por el retablo mayor y solo visibles en parte desde la sacristía, un conjunto de pinturas murales datadas en torno a 1310. Además, cuenta con una imagen de la Virgen Embarazada, como ocurre en la Colegiata de Toro y un magnífico retablo mayor churrigueresco, donde se encuentra la imagen de la Virgen de la Hiniesta, de finales del siglo XII y que mide apenas 29 cm. Una vez finalizada la visita, volvemos a ZAMORA para poder disfrutar de la exposición anual, este año en su XXVIII edición y que realiza la Fundación de LAS EDADES DEL HOMBRE, que este año toma como título "Esperanza” y que tiene como sedes la Iglesia de San Cipriano, uno de los templos más antiguos de la ciudad, declarada Monumento Nacional, es de finales del siglo XI, aunque fue reconstruida en épocas posteriores. Posee un triple ábside cuadrado y conserva la puerta sur original, así como interesantes capiteles interiores. Y por otro lado, la Catedral, también Monumento Nacional, situada en lo más alto de la ciudad, siendo una de las catedrales más pequeñas y más antiguas de Cas-tilla y León. Inscrita dentro del denominado Románico del Duero, fue construida por un solo maestro, del que no conocemos ningún dato y, presumiblemente, terminada en 1174. Su seña de identidad es su espectacular cimborrio de influencia bizantina y con escamas de piedra, que marcará escuela. También la Torre del Salvador, del siglo XIII, con 45 metros de altura, o la Puerta del Obispo, en la fachada sur, es quizás la pieza más valiosa de la Catedral, un ejemplo de decoración arquitectónica casi sin escultura. Su interior tampoco deja indiferente, su Claustro herreriano, el Museo Catedralicio, el trascoro, las distintas capillas que contiene como la de San Ildefonso, nos muestran magníficos ejemplos de pintura y escultura, además de muchos de los pasos procesionales que hacen tan famosa la Semana Santa de Zamora, declarada de Interés Turístico Nacional. La muestra reúne 85 obras de Castilla y León, España y Portugal, desde grandes maestros hasta artistas contemporáneos, y se estructura en un preludio y tres grandes momentos: Pasión, Resurrección y Misión. El preludio en San Cipriano introduce la esperanza como hilo conductor, con piezas como La Fe y la Esperanza de Gregorio Fernández y la Cruz patriarcal, anónima, de cobre con mercurio sobredorado, repujado y esmalte Champlevé sobre madera de roble, proveniente del Museo Numantino de Soria. También se exhibe Esperanza de Gil de Siloe, alabastro de la Real Cartuja de Santa María de Miraflores en Burgos. Además, por primera vez, la exposición ofrece obras de Velázquez y Picasso, a las que se suman otros grandes artistas como Goya o El Greco. El momento Pasión en la Catedral de Zamora recorre el dolor, la entrega y la redención. Entre las piezas más significativas se encuentran San Sebastián de Francisco de Zurbarán o la Cabeza de San Juan Bautista de Juan de Juni. Junto a otras muchas obras de artistas de la talla de: Esteban Jordán, Felipe Bigarny, Diego de Siloé o León Picardo. Una exposición que uno no puede perderse por su calidad. Una vez realizada la visita, pasearemos un poco por Zamora, disfrutando de las joyas que esta ciudad nos ofrece. Almuerzo. Tras la comida, REGRESO A MADRID. FIN DEL VIAJE Y DE NUESTROS SERVICIOS.
