MADRID - SORIA

Desayuno. Hoy visitaremos BERLANGA DE DUERO, capital del antiguo marquesado de Berlanga, declarada Conjunto Histórico Artístico. Junto a su bella plaza porticada con pilares de madera, se encuentra la Colegiata de Santa María del Mercado, de porte catedralicio, del siglo XVI, y uno de los mejores ejemplos de transición del gótico ojival a la arquitectura renacentista , que acoge a un curioso amigo junto a su puerta de entrada. Por otro lado, en lo alto de un cerro encontramos el Castillo de Berlanga de Duero, símbolo más representativo de la villa. De origen islámico como fortaleza de frontera del Duero, hoy se pueden observar dos recintos: un castillo señorial del siglo XV levantado en tiempos de Luis Tovar y una fortaleza artillera, promovida por María de Tovar, construida en el siglo XVI. Además, conserva un magnífico Palacio renacentista de los Marqueses de Berlanga, del que apenas se conserva la fachada. Patrocinado en el siglo XVI por los primeros Marqueses de Berlanga Juan de Tovar y Juana Enríquez, junto al antiguo palacio que tenían sus padres, Iñigo Fernández de Velasco el Condestable de Castilla y María de Tovar, señora de Berlanga. En la parte delantera del palacio se sitúa la Plaza del Mercado, donde se encuentra la escultura de su vecino más ilustre: Fray Tomás de Berlanga (1487-1551). Tercer Obispo de Panamá, descubridor de las Islas Galápagos, Consejero de Carlos V e ideólogo del Canal de Panamá. Otro de los lugares interesantes que alberga es la Aljama, antiguo barrio judío considerado uno de los más importantes de la provincia. Destaca el entramado medieval de sus calles. Extramuros de la villa, frente a la puerta de la Aguilera, se halla la Ermita de las Torres, que formaba parte del Hospital de San Antonio o de los peregrinos. Levantado en el siglo XVI, hoy apenas conserva restos del arco de medio punto que servía de entrada, decorado en las enjutas por los escudos de los Tovar y Velasco, la antigua chimenea de las cocinas y la antigua capilla de la Virgen de las Torres. En su interior alberga un retablo barroco guarda una imagen de la Virgen de las Torres con el niño en brazos, de gran devoción entre sus vecinos. El Convento de las Concepcionistas fundado en el siglo XVI por la Marquesa Juana Enríquez, conserva en su portada un tímpano románico de gran calidad, representando la segunda venida de Cristo a la Tierra. A la salida de Berlanga se encuentra la Ermita de la Virgen de la Soledad, de la primera mitad del siglo XVI. ALMUERZO. Tras la comida, nos dirigimos hacia BURGO DE OSMA, antigua sede episcopal que guarda una de las más monumentales catedrales de España, en la que conviven estilos diversos: gótico, románico y barroco. Conserva, además, gran cantidad de elementos de interés como la fachada principal y su puerta renacentista, la altísima torre, el retablo de Juan de Juni y Picardo, el claustro gótico flamígero o el bellísimo sepulcro de Pedro de Osma, considerado una verdadera joya del arte funerario, entre otras muchas cosas. En el interior de la catedral se encuentra un museo que alberga diversas joyas de la pintura y la escultura, además de valiosísimos códices, entre los que destaca el conocido como 'El Beato’. También se conserva el Palacio Episcopal, al ser sede del episcopado soriano y del que destaca su portada tardogótica, encuadrada por un alfiz de recuerdo musulmán apoyado en ménsulas decora-das con relieves de animales fantásticos. Además se conserva parte de la muralla del siglo XV y la única puerta que se ha conservado, la Puerta de San Miguel. Alrededor de la plaza mayor, sus pintorescas callejuelas, a veces porticadas, albergan interesantes edificios como: la Universidad de Santa Catalina, de estilo renacentista; el Convento del Carmen, también renacentista; el antiguo Hospital de San Agustín, de estilo B, para acoger peregrinos y enfermos, actualmente acoge la Oficina de Turismo. Por otro lado se conservan también, un antiguo Seminario de estilo Neoclásico y un Real Hospicio, ambos obra de Luis Bernasconi, ayudante de Sabatini. También se pueden ver su Plaza de toros, de estilo neomudéjar; la Iglesia de Santa Cristina, con una bella portada renacentista, donde se guardan los restos de esta santa traídos de Roma, o las ruinas de su Castillo, del siglo X, situado en un cerro entre los ríos Ucero y Abión próximo a la que fue célebre ciudad romana de Uxama, sirvió de defensa natural. Tras la visita, volveremos a Soria, CENA LIBRE Y ALOJAMIENTO.

 

Desayuno. Por tierras de pinares nos dirigimos hacia la LAGUNA NEGRA, de origen glaciar, que inmortalizará Machado en su poema "la tierra de Alvar González”. Rodeada de imponentes muros de roca, de aguas profundas y frías, nos sobrecoge su visión y soledad, que cada año acoge el mayor de los espectáculos en forma de bramidos, la Berrea del Ciervo. De regreso, realizaremos una breve parada en VINUESA, localizada en el corazón de la Soria Verde, una comarca que destaca por su gran belleza natural. Conocida como ‘La Corte de los Pinares’, pasa por ser una de las poblaciones más nobles de zona, hecho que se observa paseando por sus calles. En ellas encontramos la Iglesia de Nuestra Señora del Pino, de estilo gótico renacentista que se comenzó a construir en 1591 por el maestro cantero Juan de Naveda y en cuyo interior hay varios retablos rococó, siglo XVIII. Su retablo mayor, de Domingo González de Acereda, es del siglo XVII y está considerado como uno de los más importantes de la provincia. También cuenta con otros nobles edificios y mansiones como la Casa de los Ramos, de 1778, sin duda, el mejor ejemplo de arquitectura pinariega; el Palacio de Don Pedro de Neyla levantado por el Arzobispo de Palermo, Pedro de Neyla en el siglo XVII y uno de los ejemplos que hacen emblemática y señorial a Vinuesa; el Palacio de los Marqueses de Vilueña, un edificio sobrio del siglo XVII, donde destaca su fachada. Se pueden observar también varias ermitas, como la Ermita de la Soledad del siglo XVI es estilo gótico, la de San Antón y la de San Mateo, peculiar por encontrarse en medio de un pinar centenario. Se conserva también el antiguo Lavadero, reflejo del esplendor que tuvo la ganadería lanar trashumante en la Edad Media; se conserva parte de la Calzada Romana del siglo II y el Puente romano, éste último hundido en las aguas del pantano sólo aparece de vez en cuando, cuando el nivel de las mismas lo permite. Después de la visita nos dirigimos hacia CALATAÑAZOR, este pintoresco pueblo declarado Conjunto Histórico Artístico, se encuentra al Sur de la Sierra de Cobrejas. Su pequeño entramado de casas desprende un auténtico sabor medieval que irremediablemente nos trasladará a épocas pasadas. A la entrada del pueblo nos recibe la Ermita románica de la Soledad, edificada en torno al siglo XII. Enfrente, al otro lado de la carretera, se encuentran las ruinas románicas de la Ermita de San Juan Bautista de la que sólo queda la portada y los muros. El pueblo está vertebrado por la calle Real, su firme empedrado flanqueado por casas de adobe, vigas de madera, soportales y chimeneas cónicas nos conduce hasta la Iglesia de Santa María del Castillo, mezcla de estilos gótico y románico. Cuenta con una bella portada gótica de tres arquivoltas, en su interior se conserva una imagen de la Virgen de Fuentemayuel del siglo XIII, diversos retablos, una talla románica de Santa María del Castillo, una Pila bautismal en piedra del siglo XI y un pequeño museo. Seguimos calle arriba y llegamos a la Plaza Mayor presidida por el Rollo del siglo XV. Ante la plaza y con magníficas vistas al 'Valle de la Sangre' se alzan los restos del Castillo de Calatañazor siglos XIV o XV, donde sobreviven algunos lienzos y parte de la torre del homenaje de mampostería y sillería. Su posición estratégica hizo que esta zona fuera ocupada en época celtibérica y romana, aunque su renombre proviene de la supuesta derrota que sufrió Almanzor. Calatañazor fue fortificado a principios del siglo XII, en época de Alfonso I El Batallador, momento al que pertenece la mayor parte del recinto amurallado. Cuenta la leyenda que en 1002 Almanzor, azote de los reinos cristianos, fue derrotado en una cruenta batalla en las cercanías del castillo de ahí que la tradición sostenga el dicho de 'Calatañazor, donde Almanzor perdió el tambor’. A los pies del castillo se encuentra una Necrópolis Altomedieval del siglo X. Finalizada nuestra visita, regresamos a MADRID. FIN DEL VIAJE Y DE NUESTROS SERVI-CIOS.